Es ampliamente utilizada en el examen físico de oídos.
Debe su creación a un anatomista italiano llamado Antonio María Valsalava, consiste en que, a través de una coordinación de movimientos musculares, se hace una espiración forzada, mientras se mantiene la nariz y la boca cerrada, cerrando también las cuerdas vocales, y por lo tanto, la glotis.
De esta manera aumenta la presión de las trompas de Eustaquio. Si estas están permeables, el aire entrará de manera forzada en el oído medio. Esta maniobra puede ser espontánea, como ocurre cuando se tose, o ser provocada.
Inicialmente esta maniobra fue empleada para remover cuerpos extraños del oído, cuando la membrana timpánica estaba perforada, y para mejorar la hipoacusia. Sin embargo, es ampliamente utilizada en el examen físico de oídos.
Se emplea cuando existe sensación de oídos tapados durante el ascenso o descenso de alturas.
También tiene aplicación en el buceo, donde se usa para contrarrestar un aumento progresivo de la presión de agua desde el exterior y evitar un barotrauma.
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